¿Cómo se desarrollarán los 40 días?
«Global local: 40 días de encuentros interculturales» significa que recorreremos juntos un mismo camino durante seis semanas. Cada semana trataremos un tema concreto siguiendo este orden:
Un regalo 
Una bendición el uno para el otro (Libro de Rut): aquí empieza nuestro programa de cuarenta días. Las personas son una bendición en nuestro camino; y, a veces, la bención llega de donde uno menos la espera. Eso fue lo que le sucedió a la judía Noemí y a su nuera moabita Rut. Rut conoció a Dios a través de la familia de Noemí y, mediante su fe, despertó en Noemí una nueva esperanza. En este punto, buscamos apreciar la diversidad de nuestro entorno y encontrar el valor para acercarnos a los demás. De esta manera podríamos abrirnos a nuevas e inesperadas perspectivas.
En el cuerpo 
El evangelio une (Efesios 2): El evangelio significa reconciliación con Dios y conduce de manera inevitable a la verdadera unión en Jesucristo. Jesús derribó el muro de separación. ¿En qué aspectos debemos arrepentirnos porque pensamos y vivimos desde la separación? ¿Qué pasos específicos podemos dar para vivir el evangelio como aquí se enseña?
Abiertos 
Dios desafía (Hechos 10): Dado que el muro ha sido derribado, debemos acercarnos los unos a los otros. Pedro y toda la iglesia fueron impulsados por Dios a cruzar la zanja que los separaba de los gentiles. Pedro se dejó persuadir por el Espíritu Santo para visitar al centurión romano Cornelio en su casa. ¿Qué nos impide acercarnos a los demás? ¿Cómo aprender a superar juicios y reservas?
Reunidos 
Comunidad en torno a la mesa para todos (Gal 2): en este punto del programa de cuarenta días, daremos paso al verdadero encuentro y comunidad. En las primeras comunidades cristianas, comer juntos era una parte importante de la unión en Cristo. Pedro dejó de comer con los gentiles cuando llegaron otros judíos. La verdad del evangelio no deja lugar a la hipocresía y va en contra de cualquier forma de discriminación.
Activos 
Revelar la vocación (Hechos 6):la verdadera unión también debería manifestarse en nuestros planes y actividades. Queremos sacar el máximo partido a la diversidad de las diferentes culturas. Cuando reflejamos la diversidad de los hijos de Dios en la fuerza laboral, el liderazgo y la responsabilidad, se sienta una base para nuevas oportunidades. ¿Cómo podemos relacionarnos a un mismo nivel? ¿Cómo empoderarnos aun más los unos a los otros? ¿Qué nuevos llamamientos deberíamos hacer?
Vivos 
Perspectivas celestiales (Apocalipsis 7): este sería el gran final del programa. La última semana comienza con una mirada al Apocalipsis. En todos los pueblos, culturas e idiomas se reúnen para celebrar una «unión celestial» ante Dios. Para ello, vivimos en comunidad como un único pueblo de Dios. La campaña de cuarenta días se puede cerrar al final de la semana con un variopinto festival o con un servicio de culto diverso.